Madera de cedro policromada y estofada con oro fino.
Texto extraído de la web la Hornacina, publicado el 24/12/2010
Sergio Cabaco y Jesús Abades
Hablamos de un Nacimiento tallado en madera de cedro por el escultor e imaginero gaditano, afincado en la localidad sevillana de Mairena del Aljarafe, para el Convento de la Esperanza (Hermanas Clarisas) del municipio madrileño de Alcalá de Henares. Las figuras adultas miden, aproximadamente, 65 centímetros de altura.
La Virgen y San José, arrodillados y carentes de exorno, reverencian al desnudo Niño, que tampoco lleva presea alguna. María lo saca de las pajas del humilde pesebre y lo toma en brazos para envolverlo en pañales, iniciando así su papel de Trono de la Divina Majestad que tanta expansión conoció la iconografía cristiana desde sus comienzos. El Bendito Patriarca, por su parte, sujeta amorosamente la cabecita del Recién Nacido.
En este pequeño grupo, destinado a los cultos navideños de dicha comunidad de religiosas, se aúna la exuberante tradición de los grupos barrocos sevillanos, visible especialmente en el rico estofado en oro fino de los ropajes, y la austeridad formal deseada por el autor, cuyas obras se distinguen por una limpia serenidad formal.
La Virgen y San José visten colores que simbolizan sus respectivas virtudes, casi todas relacionadas con la pureza espiritual. Las trigueñas carnaciones de María, y sobre todo las aceitunadas de José, contrastan con la blancura del pequeño Jesús, que extiende los brazos, alborozado, a modo de bienvenida hacia su familia.